COMENTARIO AL FALLO BOSWIL.

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Por Mariana Lantaño – P&BA

En un fallo del 15 de julio de 2021 la Cámara Comercial revocó una resolución emitida por la Inspección General de Justicia que declaraba inoponible la restitución de un inmueble por parte de una sociedad extranjera a una persona humana.

Para emitir dicha declaración el organismo sostuvo que la adquisición del inmueble demostraba que la sociedad había realizado actividad habitual en el país y que ella no lo había aplicado a ninguna gestión en el extranjero. Por ello, consideró que la sociedad extranjera debía ajustarse a la ley argentina (en los términos del artículo 124 de la ley 19.550) y que entonces su personalidad así como la transferencia del inmueble debían considerarse inoponibles.

Para revocar dicha resolución, la Cámara consideró que:

• La Inspección General de Justicia no tiene competencia para juzgar inoponible la personalidad de ninguna sociedad ni, por ende, para hacer lo propio con sus actos, ni mucho menos respecto de los actos entre particulares.
• La base y la justificación de la competencia fiscalizadora de la Inspección General de Justicia es el interés público, noción que -por no estar presente en todas las sociedades ni en todos los casos con la misma intensidad- tampoco habilita un control siempre igual, sino que admite escalas y mutaciones. En este caso, el organismo se extralimitó, pues ningún interés público se encontraba involucrado en esta cuestión.
• La necesidad de que esté presente el interés público no solo justifica el poder del
  organismo sino que también marca sus límites pues lo somete a la obligación de respetar
  las libertades individuales en todo lo que exceda ese interés.
• Solo los jueces pueden suspender la eficacia de lo actuado.